jueves, 16 de septiembre de 2010

El despertar de un gigante

Hace aproximadamente 2000 años atrás comenzó un gran movimiento, único e irrepetible, el mover de la visión más grande y trascendente que cualquier otro mover, ideal, corriente filosófica o pensamiento jamás nunca podrá superar (1). La Iglesia, cuyo líder y fundador; el propio Dios encarnado en la persona de su hijo Jesucristo (2), trajo a la tierra con el fin de redimirla por la fe (3). El proceso de la restauración del género humano y de todas las cosas existentes había comenzado (4). Se escogieron hombres fieles para continuar este proceso y expandir el cristianismo por toda la tierra (5). estos dieron sus vidas por el proyecto de Dios, convirtiéndose en verdaderos mártires de Cristo(6).
Más alla de la fe, la historia, como ciencia aceptada y argumento verídico, respalda lo anterior como un hecho histórico sustancial. En efecto, un ejemplo de esto es el sistema de calendarización actual que recuerda anualmente estos acontecimientos. Se celebran resurrección y navidad entre otras fechas significativas, y aún el conteo de los años de civilización se sujeta al inicio de la era cristiana. Se enseñan libremente las moralejas y las historias bíblicas en escuelas, templos y a través de distintos medios de comunicación en gran parte de oriente y casi en todo América.
Los escogidos dejaron legados; libros reconocidos y epístolas de calibre divino (7), plasmaron sucesos únicos, portentos prodigiosos y revelaciones en textos sin precedentes. Dándolo todo por el evangelio (8), dejaron evidencia escrita para continuar el mover. Y aunque en este caso no existen fotos ni videos, aún así estos hechos apasionados se destacan con suma prolijidad, y en la actualidad podemos leerlos con lujo de detalle en el canon del nuevo pacto, así como en el antiguo.

¿Existirá aún gente que crea en esto?... (9)

Muchos afirman descaradamente ser creyentes (10), aún engañándo a sus propias conciencias y testificando totalmente lo contrario de acuerdo a sus estilos de vida (11). Hay algunos más ortodoxos que viven su propia fe engañados por su carnalidad y hedonismo, muy lejos de la idea de Dios (12). Existen otros que dicen ser libres basados en el argumento de su propia opinion, sin embargo lejos de la verdad, las ataduras a las corrientes de este siglo han paralizado rotundamente su despertar(13). Teniendo evidencia real por medio de las escrituras y del sentir interior (14), esta evidencia sólo ha tomado un carácter de fábula en nuestros pensamientos más sinceros.(15)

Despierta Iglesia, ¡despierta! todo lo escrito es real... (16)

Despertar es ver nuestra identidad, ver quienes somos realmente desde la perspectiva de Dios (17). Despertar es abrir los ojos y darse cuenta de que el plan de Dios está llegando a su fin (18). Advertir que somos la última generación en este proceso de restauración y que nos corresponde dar la vida por la causa de Cristo (19).
La generación escogida de Dios, una elite de guerreros de Dios diseñados para atraer y experimentar el último gran avivamiento y la consumación de los tiempos proféticos señalados en la escritura. (20) Una vez abiertos tus ojos verás a Dios, amarás su causa y marcaremos juntos la historia.



Referencias: (1) Ef 1.22, (2) Jn 1.1, Jn 1.14, (3) Ef 2.8, (4) Hec 3.19-21, (5) Mar 16.15-18, (6) Hec. 7.54-60, (7) 2ªTim 3.16, (8) Fil 1.21, Hec 2.45-47, (9) Luc 18.8, (10) Sgo 2.19, (11) 2ªTim 3.1-5, Rom 1,8, (12) 1ªJn 2.6, (13) Gal 5.13, 1ª Tes 5.6, (14) Rom 2.15, (15) 2ª Cor. 4.4, (16) Heb. 11.33, (17) Jer 1.5 y 10, Luc 2.49, (18) Rom 13.12, heb 10.37, (19) Apoc. 12.11, Apoc 6.11, (20) 2ª Ped 3.1-18, , Heb 11.36-38.


Salu2 y bendecidos.

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